El sedentarismo, el fumar y comer mal alimentación provocan que se acumulen toxinas. Esto se refleja directamente en el cutis como una pérdida de lozanía, la cual puede mejorar con ayuda de un masaje.
Para que un rostro lucida y radiante tiene que contar con un buen sistema de drenaje de fluidos y transporte de nutrientes. En nuestro cuerpo, el sistema linfático cumple con esta tarea a través de la linfa, sustancia que recorre el cuerpo por una red de pequeños vasos.
Cuando el flujo es interrumpido, se forman una especie de represas que contienen líquidos, grasas y toxinas que se acumulan especialmente en los párpados y provocan un edema o hinchazón.
Otra consecuencia es la destrucción de colágeno y elastina, componentes que ayudan a mantener la piel suave y firme.El aspecto de la dermis mejora cuando se realiza un masaje linfático. Este consiste en realizar ciertos movimientos en el rostro con los cuales se envían los desechos hacia los ganglios.
De esta manera, se combaten las infecciones. Además, se limpia y filtra la sangre para que los residuos nocivos se eliminen a través de la orina y el sudor.La técnica consiste en movilizaciones lentas y progresivas en forma ascendente por todo el rostro, cuello y pecho simulando la circulación de la linfa.
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